Tipos de coaching

El coaching y sus diferentes áreas de acción

El coaching busca desarrollar y potenciar tus propias habilidades personales para conseguir unos determinados objetivos.

 

Estos objetivos pueden estar relacionados con diferentes áreas de tu vida, lo que determinará los diferentes tipos de coaching: personal, empresarial, ejecutivo, deportivo, etc.

 

La clasificación del coaching, por lo tanto, está relacionada con las diferentes perspectivas de actuación en función del propósito de cada persona, y las capacidades específicas que busca mejorar.

 

Nosotros categorizamos el coaching en 6 tipos: life coaching, coaching personal o de habilidades, coaching de equipos o social, coaching deportivo o de salud, coaching espiritual y coaching familiar. 

 

Explora el contenido que más se ajuste a tus objetivos para mejorar tus capacidades. 

Life coaching

El life coaching propone unas pautas para afrontar la vida y vivirla de una manera más positiva, buscando el bienestar y la felicidad. 

Se trabaja en la misión y los objetivos del individuo y se refuerzan las habilidades para la vida diaria.

Coaching personal o de habilidades

Busca mejorar habilidades o capacidades concretas de una persona para conseguir unos objetivos determinados.

Se trabaja en el desarrollo de habilidades personales, profesionales y/o emocionales, estableciendo pautas encaminadas a alcanzar las metas propuestas. 

Coaching de equipos o social

Tiene que ver con el fomento de habilidades y la mejora de interacciones interpersonales para lograr el éxito de un grupo o equipo en conjunto. Pone el foco en las relaciones entre las personas.

Se trabaja la confianza, el compromiso, la integración y la unidad de los individuos como parte de un equipo, orientándose hacia objetivos comunes.

Se desarrollan aspectos como el liderazgo, la comunicación, el manejo de conflictos, la productividad, el respeto… 

Coaching deportivo

Busca mejorar aspectos relacionados con la práctica de un deporte específico, o bien mejorar el estado de salud en general o la forma física de la persona.

El coaching ayuda al deportista a potenciar sus propias aptitudes, recursos y talento, haciendo crecer su rendimiento. Además, se trabajan la motivación y la confianza, con objetivos a corto y largo plazo. Un coach que domine el deporte concreto en el que se busca mejorar será fundamental para alcanzar el máximo potencial del deportista.

Este proceso de aprendizaje también está relacionado con los hábitos de vida saludables y la nutrición.

Coaching espiritual

Trabaja con las emociones y creencias de la persona para conectar con su esencia espiritual. Puede ayudar a descubrir las metas o propósitos de vida, explorando su mundo interior.

Coaching familiar

Trata de mejorar las relaciones dentro del núcleo familiar. Potencia el talento de los progenitores como modelo conductual y trabaja las habilidades de comunicación, respeto, unidad, confianza, empatía, responsabilidad… para promover la conexión entre todos los miembros de la familia.